El uso sostenible de productos fitosanitarios y su incidencia en el sector de viveros de berries

Cuando una empresa viverista de plantas de berries se plantea desinfectar el suelo, sobre el que va a multiplicar su material vegetal, lo hace con un enfoque preventivo y pro activo para garantizar el nivel de sanidad exigible a millones de plantas que serán cultivadas en distintos países.

Estas técnicas se vienen empleando desde hace mas de 4 décadas. La que se ha mostrado como más eficiente es la de inyectar en el suelo, libre de cultivo, sustancias (bromuro de metilo y cloropicrina) capaces de controlar: hongos, nematodos y malas hierbas, al tiempo que se cubre la superficie con una lámina de plástico confinando a las sustancias en el medio en el que deben actuar. Su resultado eficaz es la resultante de la concentración de la sustancia por el tiempo de permanencia en el medio, transcurrido el cual se retira la lámina de plástico y, tras las labores pertinentes, se realiza la plantación.

Hace unos años, una de las sustancias utilizadas (el bromuro de metilo) fue retirada por sus efectos en la capa de ozono. Con anterioridad a su total eliminación se fue reduciendo progresivamente su utilización, al tiempo que, de forma oficial, se fueron valorando alternativas, que junto con la cloropicrina, pudieran aportar garantías suficientes. Finalmente las sustancias que venimos utilizando son: la cloropicrina y el 1.3 dicloropropeno.

En cuanto a los métodos de aplicación, en Agrofresas hemos invertido en equipos compuestos de tractor y máquina que permiten dosificaciones adecuadas a los análisis previos, realizando una cubierta simultánea y continua con plástico TIF (Totalmente Impermeable a las sustancias).

Ante las dificultades encontradas en el proceso de renovación del registro de fitosanitarios en la Unión Europea (en el caso de sustancias desinfectantes, quizás por la inexistencia de modelos específicos para su evaluación), nos hemos visto obligados a utilizarlos con autorizaciones excepcionales concedidas por el Estado Español. Así ha sido hasta este año en el que las autorizaciones han sido denegadas, concediendo solo la excepcional de metam sodio (sustancia que en las evaluaciones oficiales de búsqueda de alternativas no ha sido considerada como técnica y económicamente viable), a una dosis reducida con la que nunca se ha trabajado.

Durante los días 30 y 31 de Marzo y 1 de Abril, se ha desarrollado en Sevilla el 16º Symposium de Sanidad Vegetal. Al igual que en ediciones anteriores, Agrofresas ha estado presente con un stand y su equipo técnico. En esta ocasi6n se ha ofrecido información sobre el marco legislativo que regulará la producción agrícola a corto y medio plazo y sobre las distintas herramientas que las empresas están desarrollando para que el productor intente responder a las demandas de la sociedad en un marco legislativo altamente restrictivo.

Nuestra asistencia al Symposium nos ha permitido vislumbrar alguna de las justificaciones, básicamente políticas, para la radical negativa a las peticiones de usos excepcionales.

Par un lado la Directiva 2009/128/CE, que establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de las productos fitosanitarios, plantea el objetivo de que las Estados Miembros velen por una reducción de las riesgos en el uso de las productos fitosanitarios. Por otra parte la Comisión Europea, en las estrategias “Farm to fork” y “Biodiversidad”, ha propuesto objetivos en materia de riesgo y uso de productos fitosanitarios para que sean alcanzados en el 2030:

Objetivo 1: Reducir el uso de las pesticidas químicos en un 50%

Objetivo 2: Reducir un 50% el uso de las pesticidas mas peligrosos

Para cuantificar el cumplimiento del primer objetivo se propone el uso del indicador de riesgos armonizado de la U.E. HRI 1, aprobado en la Directiva de la comisión 2019/782. Para el segundo, la Comisión indica que debe considerarse la reducción en el uso de las productos fitosanitarios clasificados en las categorías E y F de la Directiva 2018/782 de la Comisión.

Al parecer, vistas los indicadores, han concluido que no se están aplicando medidas suficientemente ambiciosas para la consecución de los objetivos propuestos.

En la segunda jornada del Symposium, en relación con el uso sostenible de productos fitosanitarios intervinieron: por parte de la Unión Europea María Pilar Agnar Fernández (Directora de Auditorías y Análisis de Salud y Alimentación – D -G Sante Comisión Europea) y por parte de España, Valentín Almansa de Lara (Director General de Sanidad de la Producción Agraria MAPA).

En su exposición la Directora DG-Sante, anunció la aprobación de la Directiva de uso sostenible de productos fitosanitarios para el mes de junio, retraso debido a la invasión rusa de Ucrania. Manifestó que en el marco de revisión de la Directiva, creen haber escuchado a todos (esto no es lo que opinaba Pedro Gallardo Barrena, presidente de cuestiones fitosanitarias de COPA-COGE, en su participación en la mesa redonda de clausura). También manifestó que no se trata, simplemente de reducir el número de fitosanitarios, sino reducir el riesgo de su uso e intentar vías alternativas al mismo, de alguna forma aseguraba la no eliminación de un producto en tanto no hubiera una herramienta alternativa para evitar el uso del mismo.

El Director General de Sanidad de la Producción Agraria, mostró la gráfica sobre el comportamiento de las cuatro categorías establecidas para las fitosanitarios y cifras del uso ponderado (combinación de volumen de consumo y riesgo atribuido) de las mismos. Afirmó que se consumen más sustancias prohibidas (Categoría IV) que productos candidatos a la sustitución (Categoría III). Denunció: “Estamos masacrando el Indicador con tantos usos excepcionales”, lo que parece evidenciar que lo prioritario es mantener el Indicador de riesgo en los límites que lo encaminen hacia el cumplimiento de las objetivos en el año 2030, independientemente de cómo incidan en los resultados socio-económicos de la actividad agraria en nuestro país.